¿Quién no ha oído hablar del feedback hoy en día? No sólo hablamos de feedback, si no que pedimos o nos piden feedback. Por si acaso yo he buscado su significado, ya que es una de esas palabras que tomamos prestadas del inglés y después utilizamos a lo español. Pues bien feedback significa retroalimentación, dar respuesta a un determinado pedido o acontecimiento. Se utiliza principalmente en áreas como la teoría de sistemas, la cibernética y cada vez más en el mundo empresarial.
En los Recursos humanos el término feedback cobra cada vez más importancia. En este sentido, se utiliza como una especie de evaluación de los demás sobre un tema o una persona para conocer su punto de vista. Por ejemplo, en las evaluaciones de desempeño, uno de los elementos que se tienen en cuenta es el feedback de las personas que están relacionadas con la persona evaluada. Se habla incluso de feedback 180º, o 360º, según el número de personas consultadas. De esta forma para realizar una correcta valoración del desempeño de una persona, además de nuestra propia opinión y de la suya, tendremos en cuenta la opinión de sus compañeros y de sus responsables y/o subordinados. Esto sería un feedback 360º.
Pues bien, esto nos conduce directamente a la importancia del diagnóstico. El diagnóstico o análisis de la situación es esencial para poder realizar una planificación, y si no planificamos, no avanzamos. Debería ser obligatorio establecer períodos de análisis para conocer nuestro estado actual, y obligatorio, principalmente en el mundo empresarial. Muchas de las grandes catástrofes empresariales ser producen por falta de evaluación y sentido crítico.
Para realizar un diagnóstico correcto es importante analizar la situación desde distintos puntos de vista, y es que el feedback tiene mucho o todo que ver con la importancia del perspectivismo.
Como afirmaba mi querido Ortega y Gasset Cada individuo es un punto de vista esencial sobre el mundo. La perspectiva es uno de los componentes de la realidad, y así deberíamos tenerlo en cuenta. La relación entre perspectivas es de complementariedad, una no anula a la otra.
La realidad absoluta sólo sería posible con la reunión de todas las perspectivas, así integramos lo que los demás ven desde su perspectiva, con lo que yo veo desde la mía.
Si yo soy yo y mis circunstancias, la visión del otro con sus circunstancias puede ayudarme a entender que la realidad tiene otros puntos de vista. Por lo tanto el feedback, puede ayudarnos a superar el perspectivismo.
El valor añadido del término feedback es el de alimentación positiva, esto quiere decir que no sólo me interesa conocer tu punto de vista, si no que quiero tenerlo en cuenta. Partimos así de una actitud abierta al cambio y positiva en cuanto al deseo de mejora. Sin duda es un elemento básico del desarrollo personal pero también del proceso de aprendizaje y mejora continua de las organizaciones. Presupone una actitud de escucha activa permanente.
Como conclusión podemos afirmar que esto del feedback es una práctica saludable tanto para el día a día como para las organizaciones. Darnos cuenta de que nuestra visión de la realidad es sesgada, que parte de nuestra perspectiva personal y por lo tanto no es objetiva, es un gran paso. Puede que esto nos ayude a caminar con más humildad, o al menos con prudencia.
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