“Los hombres se parecen a esos relojes a los cuales se les ha dado cuerda y andan sin saber por qué. Cada vez que se engendra un hombre y se le hace venir al mundo, se da cuerda de nuevo al reloj de la vida humana, para que se repita una vez más su rancio sonsonete gastado de eterna caja de música, frase por frase, tiempo por tiempo, con variaciones apenas perceptibles.» Schopenhauer
Este párrafo de Schopenhauer explica gráficamente lo que es la apatía o el aburrimiento existencial.
La palabra apatía (α- παθος ) es la ausencia o negación de las pasiones o sentimientos. Una vida sin pasiones, objetivos o deseos, no es nada humana.
Charles-Pierre Baudelaire define el estado de apatía como tedio de vivir. Pero, además acuñó un término especial para definir una especie de apatía meláncolica, el spleen.Viene a ser algo así como el concepto romántico de la apatía.
“El spleen baudeleriano es un estado de extrema inercia en el cual el pasado ya vivido y el futuro todavía posible son ambos completamente despreciados”Emmanuel Adatte.
En francés esta palabra representa un estado de melancolía sin causa definida o angustia vital. En inglés, el spleen es el bazo. Sí, el bazo! Pero se traduce también como mal humor. En inglés, se relaciona con el origen etimológico de la palabra griega que proviene de la medicina y el concepto de los humores de la Grecia clásica. Se creía que del bazo provenía una bilis negra que se extendía por el cuerpo y causaba la melancolía.
La apatía es uno de los males endémicos del ser humano. Y últimamente se puede decir que pandémicos, ya que está muy extendida y además es contagiosa. Normalmente, es fruto de una malentendida melancolía de la vida, de sus posibilidades imposibles y de una total falta de curiosidad.
Síntomas para reconocer la apatía
- Anestesiado
- Falta de curiosidad, desinterés
- Actitud pasiva
- Desmotivación
- Automatismo, que imita los movimientos de un ser animado, pero sólo los imita. Se dice de aquél que vive con el piloto automático incorporado
- Alienación: pérdida del sentimiento de la propia identidad
- Falta de creatividad: espesura mental
- Paralización, anclaje. Vivo en la zona de confort
Las personas que sufren de apatía o se ven afectadas por un brote spléntico pueden confundirse con muertos vivientes, o más bien, vivientes muertos.
La apatía generalizada desemboca y tiene como consecuencia la muerte emocional.
Esto tiene algo que ver con el sentido de la vida. Eso de lo que es mejor no hablar ni pensar porque es demasiado trascendente y problemático como para pensar en ello. Pero, nosotros no inventamos el sentido de nuestra vida, sólo y con un poco de suerte, lo descubrimos.
Decimos que la función del hombre es una cierta vida, y ésta es una actividad del alma y unas acciones razonables. Aristóteles.
Vivir implica una actividad del alma, es decir unos deseos u objetivos y la intención de ejecutarlos. La vida es para vivirla, y el protagonista único eres tú mismo. Dejar que la vida pase por ti, sin ser tú el actor y artífice de tu propia existencia es más que triste. Nuestra libertad de elección y nuestro querer, nuestras pasiones y emociones son lo que nos hace humanos, vivos, y distintos. No existe misión sin pasión
El principal daño colateral de la apatía es el aburrimiento. El aburrimiento es la suprema expresión de la indiferencia. Es lo que queda de los pensamientos cuando las pasiones son eliminadas de ellos.
Dime a qué dedicas tu tiempo libre y te diré quién eres…
El vacío existencial es un fenómeno extendido y se manifiesta en el aburrimiento. En palabras de Schopenhauer, la humanidad oscila eternamente entre el estado de tensión y el aburrimiento. Si todos nuestros deseos, querencias o necesidades, se satisficieran fácil y definitivamente, la vida sería insoportablemente tediosa, siendo el paso del tiempo peor tormento del que ya es.
No hay que perder de vista que Schopenhauer es un pesimista existencial. Y para él la vida no tenía más sentido que el propio devenir.
El vacío existencial aparece de repente en nuestra vida en los momentos en los que cesa nuestra actividad frenética. El domingo es el día oficial del vacío existencial. Cuando nos encontramos a solas con nosotros mismos, y nuestra mismidad está hueca, llena de telarañas y carente de sentido.
Entonces es cuando, el aburrimiento se apodera de nosotros sin remedio. Y dejamos de querer hacer, de querer actuar, de querer saber, y hasta de querer querer. En definitiva, de ser dueños de nuestra propia vida.
Pero ¡hay remedio!, si quieres, puedes reengancharte a la vida.
Algunos Antídotos eficaces
- Sal de ti mismo! Mira a tu alrededor! Hay más personas y más vida fuera de ti!
- Piensa algo de vez en cuando
- Lee, es muy sano y abre la mente
- Interrógate, analízate, recupera la curiosidad
- Haz un plan estratégico de tu propia vida
- Y Actúa
A veces sentimos como que la vida nos viene dada, como algo externo y no somos dueños de ella, no la dominamos. Por eso preferimos huir y evadirnos de nuestra propia existencia. Resulta más fácil que enfrentarla.
Pueden suceder, y de hecho nos suceden a diario hechos imprevistos, pero en nuestra mano está actuar y reaccionar. Nuestra vida merece ser vivida, merece que tengamos un plan estratégico sobre ella. Y que intentemos luchar por llevarlo a cabo. Nuestro sentido de la vida se redescubre en las diferentes etapas por las que vamos pasando, por lo tanto, nuestro plan ha de ser revisado y recalculado periódicamente.
La auténtica meta de nuestra existencia es la autorrealización a través de la trascendencia de nuestro propio ser. Es decir, salir de nosotros mismos para encontrarnos en un ser con otros.
Vivir es de valientes, no cabe duda! No caer en la apatía y por ello, en el aburrimiento, exige esfuerzo. Esta palabra está en desuso porque es incómoda! Pero es lo mismo que decir lo que está ahora más de moda: Salir de la zona de confort.
¡Sal de tu zona de confort o te empujo!
A todos aquellos que tenemos a nuestro alrededor y queremos bien, deberíamos empujarlos directamente a salir de su zona de confort. Tenemos una tendencia natural para la comodidad y el aburguesamiento y esto se extiende a cualquiera de los ámbitos de nuestra vida, el personal, familiar, laboral. Nos cuesta mucho repensarnos, reinventarnos, y por supuesto cambiarnos. Pero ése es el salto desde la apatía, hasta la vida apasionada. Pasar del estado de zombie, al de fanático de la vida. Nunca es tarde, puedes empezar hoy mismo. Sólo hay que querer escribir tu propia vida en lugar de ser el visionario pasivo de tu propia película.
Ya sabemos reconocer los síntomas por si nos da un spleen (splín), conviene tratarlo a tiempo y no dejar que se extienda y nos invada la melancolía.
* Recomiendo la lectura de este artículo para ampliar información sobre el spleen:
https://elmalpensante.com/index.php?doc=display_contenido&id=218&pag=1&size=n
¡Me ha dado un spleen (splín)! por Cuestión de Ideas está licenciado bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.
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